Si ya tienes claro qué es la sangre y quien es su potente motor, el corazón, solo te queda por conocer a las grandes autopistas por las que se mueve la sangre, permitiendo así que llegue a todas las células. Estas autopistas o vasos sanguíneos son las arterias, las venas y los capilares y se llaman de diferente forma en función del recorrido que hacen. Además, la sangre puede circular por dos circuitos: el pulmonar que tiene como objetivo oxigenar la sangre y el mayor, para distribuir los nutrientes y el oxígeno a todas las células. ¿Quieres saber cómo son cada uno? ¡Dale al play!
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